"Buena idea, la del barítono Eduardo Cogorno a la que se suman la Fundación Astor Piazzolla y La Scala de San Telmo para dejar
un nuevo testimonio del tributo al genio. El rescate de temas olvidados es uno de sus méritos. La respetuosa recreación de conocidos es otro. A ello se agrega la entrega de Cogorno a un canto un tanto enfático, pero que sabe recalar en ese sesgo ciudadano de Astor, cuyo estilo parecería querer remitirnos, por tesitura y refinamiento a Edmundo Rivero. El cd cuenta con la participación de muy buenos músicos, como son Adriana Rodríguez en flauta traversa, Jorge Biscardi en guitarra y Enrique Prémolí en piano.
La conjunción de guitarra y flauta es de lo más feliz. Y el piano acompañante tiene raptos de inspiración, como en "Tanguano".
René Vargas Vera (La Nación, 9/6/2002)
Compacto de compactos. "El barítono Eduardo Cogorno, uno de los artífices de La Scala de San Telmo, se ubica al frente de este proyecto, que cuenta con el aval de la Fundación Astor Piazzolla. La meta del trabajo es homenajear al genial bandoneonista marplatense con un compendio de su producción para canto, de fines de los años sesenta. Una instrumentación austera y la voz cavernosa de Cogorno bastan para recrear con sano criterio la poesía de Borges, Horacio Ferrer y Baldomero Fernández Moreno, que Piazzolla supo embellecer con sus melodías. Un tributo merecido" (La Prensa, 12/05/02)
"Cogorno recuerda a Piazzolla. Discos recientes. La Scala de San Telmo enorgullece al barrio homónimo con su infatigable actividad cultural. La parte del león se la lleva la música (hay exposiciones también), la mayoría en vivo, pero a veces, también producen una grabación. "Renaceré en Buenos Aires (Un tributo a Astor Piazzolla)" es el tercero, completamente dedicado a Astor Piazzolla.
Es el resultado de una serie de recitales exitosos que el barítono Eduardo Cogorno, uno de los fundadores de La Scala, llevó a cabo durante 5 años. En los ´70 él fue un miembro del reconocido Cuarteto Zupay. En ese tiempo estaban presentándose en Michelangelo, donde también Piazzolla estaba contratado, y una relación amistosa se creó entre ambos. Piazzolla apreció grandemente que ellos cantaran sus canciones, que incluían en su recital. Cogorno más tarde siguió su carrera por su cuenta y siempre incluyó a Piazzolla en sus recitales. Hasta que dedicó un recital completo a su música. En "Renaceré en Buenos Aires" está acompañado por un grupo de excelentes músicos: Adriana Rodríguez (flauta), Jorge Biscardi y Omar Cyrulnik (gutarras), Enrique Premolí (piano), Hernán Scotto (saxo tenor), Ernesto Molina (bandoneón) y Sergio Rivas (contrabajo), todos los cuales tienen la merecida oportunidad de brillar como solistas. El repertorio incluye algunos de los temas conocidos (pero no la antes inevitable Balada para un loco), Chiquilín de Bachín, por ejemplo. Pero hay también mucho material raramente interpretado, como Cuatro canciones porteñas, con poesías de Borges,
o Setenta balcones, inspirado en el famoso poema de Baldomero Fernández Moreno. Como podría esperarse, la mayoría de las poesías de los temas cantados fueron escritos por Horacio Ferrer, que fue para Piazzolla lo que Hammerstein fue para Rodgers. Cogorno las entrega con su cálida y aterciopelada voz de barítono e impecable musicalidad, mostrando que Buenos Aires también tiene su tipo propio de canto artístico." Alfredo Cernadas Quesada (Buenos Aires Herald, 18/9/02)
"Hecho con el cuidado y el infinito amor con que se hace un trabajo artesanal "Renaceré en Buenos Aires" es el resultado
de un grupo de talentos aunados para registrar en un valioso disco compacto un tributo a uno de los más polémicos y deslumbrantes músicos argentinos, es decir, Astor Piazzolla... Posee en la voz (de educación lírica pero adaptada con justeza a la canción popular) de Eduardo Cogorno y en la participación instrumental de Adriana Rodríguez, Jorge Biscardi, Enrique Premolí e invitados, a genuinos servidores de la obra largamente
bella del compositor marplatense. Algunos "hitos" piazzollianos están presentes en este recuerdo emocionado y pletórico de resonancias interiores. Las letras de Horacio Ferrer, de Jorge Luis Borges y de Baldomero Fernández Moreno encuentran en la entonación clara y profunda de Cogorno a un traductor de fuste de visiones perturbadoras y conmovedoras
de Buenos Aires. El disco atesora setenta minutos de música imperdible, algo que lo hace cálidamente recomendable".
Eduardo Giorello (El Día, 4/5/02)